Suele
observarse en la práctica cotidiana del jardín de infantes a la maestra de
informática como una maestra especial, independiente de los contenidos y
proyectos que se trabajan en la sala. Ello puede deberse a que a la maestra de
la sala que no tiene formación en computación le cuesta acercarse a la PC.
Algunos
motivos podrían ser miedo a romper la máquina, miedo a destruir la información
borrándola o temor a mostrar que no sabe o a equivocarse a partir de algo que
supone que es obvio. Estos motivos podrían provocar que la maestra de la sala
no acepte a la materia de computación y, por lo tanto no la integraría a los
contenidos del aula.
Se podría
considerar también que algunos docentes carecen de la formación necesaria para
manejarse con autonomía frente a la computadora y, por otro lado, a menudo
desconocen la riqueza de posibilidades que el uso de esta herramienta les
brinda a los niños tanto para la producción de sus propios materiales como para
investigación y adquisición de información al mismo tiempo que se transforma en
un recurso motivante en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Otro aspecto
a considerar es que la computadora puede sacarle protagonismo al perfil docente
pero no deberíamos perder de vista qué cosa puede hacer el docente que nunca
será reemplazado por la máquina y qué cosas puede hacer la máquina que el
docente puede aprovechar cómo recurso de enseñanza y de trabajo. Un ejercicio
interesante sería que usted piense en ello. La opción no debería ser el docente
versus la computadora ni viceversa, sino docente con computadora. El postulado
es: "la máquina al servicio del usuario".
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